Otra leyenda sobre aparecidos y fantasmas, enmarcada en torno al año 1400, tiene como escenario el lugar más icónico de la ciudad italiana: la catedral de Milán. En el monumento principal del Duomo, de nuevo, el relato paranormal tiene como protagonista a una joven llamada Carlina. Según la leyenda, era una muchacha del pueblo de Schignano, situado cerca del lago Como. Estaba a punto de contraer matrimonio con un tal Renzo, vecino de la misma localidad, por lo que para llevar a cabo el enlace acudieron a la capital lombarda. Para evitar que la gente se enterase de que estaba a punto de casarse, Carlina decidió ponerse un vestido negro en vez de la típica vestimenta blanca. El motivo era claro. Si el señor feudal de la zona se enteraba de sus nupcias con Renzo, pediría antes el derecho de pernada. Hay que tener en cuenta que no existe un documento histórico que avale la existencia del ius primae noctis, a pesar de ser mencionado en esta narración legendaria.
El matrimonio se iba a producir en total secreto dentro de la catedral de Milán, que en aquel momento prácticamente solo era unas cuantas piedras al estar al inicio de su construcción. No obstante, un gran sentimiento de culpa invadía a Carlina. Al parecer, el que iba a ser su marido desconocía por completo que habría tenido una relación extramatrimonial con otro joven, y que producto de ella se encontraba embarazada. Para ello, para expiar sus penas, en un momento en el que no se encontraba con Renzo, decidió ir hacia la Madonnina, la virgen que ahora está en el chapitel de la catedral, para ser perdonada. Pero, en ese instante, Carlina pisaría un andamio mal colocado y tendría una grave caída. A pesar de que Renzo corrió a socorrerla, ya era demasiado tarde. La joven había fallecido. A partir de ese funesto episodio, los rumores comenzaron a circular entre los obreros de la catedral de Milán. Contaban que, en ocasiones, veían deambular a una sombra por los andamios que identificaban como una silueta femenina vestida de negro. Estas visiones se alargarían hasta los años 60 del siglo pasado, cuando finalmente se acabó la construcción del templo del Duomo. Después, las leyendas que se contaban sobre esa dama de negro entre los trabajadores, pasarían a ser relatadas entre los visitantes y, sobre todo, entre los que contraían matrimonio en la catedral. Asegurarían que en las fotografías de las bodas, de fondo se veía la figura fantasmal de Carlina con su oscuro vestido. Aunque lo llamativo es que en la ciudad se asegura que quien ve esta aparición paranormal en la catedral de Milán es señal de buen augurio. Y es que al fantasma de la muchacha no le gustaría que a los demás les pasara lo mismo que a ella.
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