La Mezquita Omar es un edificio del siglo XII ubicado en el centro del Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Está construido en piedra y está conectado con otras estructuras alrededor de la Iglesia del Santo Sepulcro. El más visible es su minarete rectangular con tapa poligonal.
La Mezquita del Califa Omar a menudo se equipara incorrectamente con la Cúpula de la Roca. Sin embargo, este edificio se encuentra en un lugar diferente. Es adyacente a la Iglesia del Santo Sepulcro. Sus orígenes se remontan al siglo VII, aunque el edificio actual es más joven. Según la leyenda, el califa Omar, después de que sus tropas capturaron Jerusalén, llegó a la Iglesia del Santo Sepulcro. El entonces patriarca lo invitó a rezar juntos. El califa, sin embargo, se negó y comenzó a rezar en el patio de la iglesia. En este sitio se construyó la primera mezquita de Omar. En el siglo XII, se construyó un edificio nuevo mucho más grande al sur de la ubicación original. Actualmente, la mezquita solo está disponible para musulmanes. Otros visitantes solo pueden admirar sus muros de piedra, que junto con otras construcciones de esta parte del Barrio Cristiano, forman un pintoresco enredo.
Menorah dorada
La menorá, que estaba hecha de 45 kilogramos de oro puro, sigue siendo una réplica de un candelero auténtico de la época del Templo de Jerusalén que fue robado por los romanos. La propiedad se puede admirar en el barrio judío del casco antiguo de la ciudad. El candelero de siete brazos es uno de los símbolos más importantes del judaísmo. Según la tradición judía, es para simbolizar la zarza ardiente que se le apareció a Moisés en el monte Sinaí.
La Menorah de oro original fue robada en el año 63 d.C., que está representada en el bajorrelieve que adornaba el Arco de Tito. En el siglo V, Roma fue invadida por los vándalos que saquearon la ciudad. Uno de los botines de guerra fue una menorá de oro, que fue llevada a Cartago. El siguiente lugar donde se guardaba la menorá era Constantinopla.
El candelero de oro debía devolverse a Jerusalén como regalo al emperador Justiniano. En la actualidad, nadie sabe qué pasó con la menorá original cuando fue devuelta a Jerusalén. Era necesario crear una copia perfecta, lo que implicó realizar una gran cantidad de investigaciones históricas y arqueológicas para reproducir la forma de la menorá original.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)