La menorá, que estaba hecha de 45 kilogramos de oro puro, sigue siendo una réplica de un candelero auténtico de la época del Templo de Jerusalén que fue robado por los romanos. La propiedad se puede admirar en el barrio judío del casco antiguo de la ciudad. El candelero de siete brazos es uno de los símbolos más importantes del judaísmo. Según la tradición judía, es para simbolizar la zarza ardiente que se le apareció a Moisés en el monte Sinaí.
La Menorah de oro original fue robada en el año 63 d.C., que está representada en el bajorrelieve que adornaba el Arco de Tito. En el siglo V, Roma fue invadida por los vándalos que saquearon la ciudad. Uno de los botines de guerra fue una menorá de oro, que fue llevada a Cartago. El siguiente lugar donde se guardaba la menorá era Constantinopla.
El candelero de oro debía devolverse a Jerusalén como regalo al emperador Justiniano. En la actualidad, nadie sabe qué pasó con la menorá original cuando fue devuelta a Jerusalén. Era necesario crear una copia perfecta, lo que implicó realizar una gran cantidad de investigaciones históricas y arqueológicas para reproducir la forma de la menorá original.
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