Con el paso de los siglos, todo aquel que entra en la Catedral de Santiago, especialmente el peregrino, debe cumplir algunos rituales. En Año Santo Compostelano es casi obligatorio entrar por la Puerta Santa y visitar la tumba del Apóstol. Pero si hay un gran ritual asociado al templo compostelano y uno de los más emocionantes es el tradicional abrazo al Apóstol, situado en el Altar Mayor.
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