ANTE LA LÁPIDA DE LA UNCIÓN
Basílica del Santo Sepulcro - Jerusalén
José y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús y AQUÍ lo envolvieron en lienzos con aromas, según la costumbre de sepultar de los judíos.
Oremos.
Señor Jesucristo, tú que permitiste que tu santísimo Cuerpo, en atención a la devoción de tus fieles, fuera ungido AQUÍ por ellos, concédenos que nuestros corazones, por la unción de tu gracia, sean capaces de preservarse de todo contagio de pecado.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
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