EL NIÑO JESÚS DE PRAGA
La estatua fue recibida con gratitud y colocada en el oratorio interior del convento, donde fue objeto de la veneración de todos aquellos buenos Padres. Distinguiéndose entre todos el Padre Cirilo, que con toda verdad podría titularse el apóstol del divino Niño Jesús de Praga. La promesa de la augusta donante se cumplió a la letra, y los maravillosos efectos de la protección del divino Niño no tardaron en manifestarse. Pues muy pronto, y en varias ocasiones se verificaron prodigios y fueron milagrosamente socorridas las necesidades del monasterio.
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