El Papa Luna, como se le conoce a Benedicto XIII de Aviñón, trasladó la sede papal a Peñiscola y vivió en el antiguo castillo templario hasta su muerte en 1423, la ciudad de Peñiscola quiso rendir homenaje a este importantísimo personaje de la ciudad y así fue como en noviembre del 2007 se colocó la estatua del Papa Luna justo en la entrada de la fortaleza templaría cuyo castillo lleva su nombre.
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