La Catedral de Messina con su famoso campanario y la fontana de Orione a su derecha

Esta catedral ha sido testigo de la evolución de la ciudad desde su construcción en el siglo XII. Sin embargo, este edificio conserva poco de su forma original debido al terremoto que en 1908 destruyo parte de la construcción. También los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial destruyeron la construcción hecha entre los años de 1919 y 1929. Los bombardeos hicieron perder piezas importantes de la catedral, como lo fue el cuadro bizantino de la “Madonna della Lettera”, así como lo que fueron las decoraciones de mosaicos, el baldaquino de bronce, el pavimento de mármol policromo y los sepulcros de Corrado IV y Alfonso II. En 1947 se convierte en una Basílica menor por el Papa Pio XII.