El Monte Nebo se encuentra situado a pocos kilómetros de Ammán y está a 800 m sobre el nivel del mar. Hoy abandonamos la capital para iniciar nuestra ruta más aventurera. Especialmente admirable es la panorámica desde aquí arriba. Las increíbles vistas dejan observar el Valle del Jordán, el Mar Muerto, el Desierto de Judea y la localidad de Jericó. Dicen que días claros se puede observar hasta Jerusalén, Belén y el Lago Tiberias. En el S.IV se construyó una pequeña iglesia visitada posteriormente por la monja Eteria (hay un altar que lleva su nombre) y su mayor ampliación fue en la época bizantina del S.VI y VII. Ya en el s.XX llegaron los Franciscanos, actuales conservadores de la capilla, encontrando todo en ruinas y volviendo a edificarla conservando en su interior preciosos mosaicos de incalculable valor. ¿Por qué tanto empeño en levantarla? Se dice que aquí murió y está enterrado Moisés, he incluso el Papa Juan Pablo II en su peregrinación del año 2000 inició aquí su andadura y se plantó un olivo en su honor.
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