Gruta de Ghetsemani o Getsemani, , La cueva referenciada en la Biblia, donde Jesús pasó sus últimos momentos como hombre libre y dónde fue entregado por Judas; conocida como la Gruta de Getsemaní, fue en sus orígenes una almazara.
No en vano, Getsemaní significa “Prensa de Aceite”, (Gath-prensa / Shemen-aceite), haciendo referencia al aceite de oliva, que tantas veces se nombra en la Biblia y que tanta importancia tiene en la historia de la humanidad.
La gruta fue utilizada como almazara, por sus cualidades naturales, ello mantenía una geotermia perfecta contribuyendo a la calidad del aceite por temperatura de mantenimiento, a la vez que optimizó la realización de la construcción.
Los franciscanos entraron en posesión de la gruta en 1361 y actualmente mantienen dicha propiedad. En 1955 la gruta sufrió una gran inundación tras lo que se iniciaron una serie de excavaciones arqueológicas para recuperarla y, gracias a ellas, investigar y profundizar más en su conocimiento, permitiendo estudiar la estructura de la cueva y realizar interesantes descubrimientos.
La gruta mide 19×10 metros. Siempre ha mantenido una fisonomía bastante natural, a pesar de las muchas transformaciones que ha sufrido. En un principio debía de ser un espacio de tipo agrícola, con cisternas y canalillos de agua y una prensa de aceite. A partir del siglo IV se convirtió en iglesia rupestre con finalidad funeraria. En la época de las cruzadas, su bóveda fue decorada con pinturas de estrellas y escenas evangélicas.
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