En las inmediaciones de la Puerta de Sión, encontramos la segunda etapa de nuestro recorrido, se trata de un edificio de dos plantas que pertenece a la Diaspora Yashiva y, como ocurre en otros muchos lugares de Tierra Santa, es un lugar de culto para varias religiones. Así en la planta baja se encuentra la Tumba del Rey David, descubierta durante unos trabajos de restauración de la cercana Iglesia de la Dormición y, aunque existe cierta polémica acerca de la autenticidad ya que las leyes judías prohíben profanar el sepulcro, es aceptado por las coincidencias de ubicación con las sagradas escrituras.
Pasando a la primera planta del mismo edificio, son los cristianos los que rinden culto en este mismo lugar por ser considerado como la habitación donde se celebró la Última Cena, el Cenáculo.
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