La Tumba de María uno de los enclaves más importantes para el Cristianismo, que desprenden cada piedra de esta apagada y triste calle subterránea, escasamente decorado, solo es comparable con el cargado ambiente de largos siglos de humedad en los que estuvo inmerso.
Y en el centro, nada más abordar el último escalón, un pequeño habitáculo en el que una puertecita da acceso al lugar más emocionante que podíamos encontrar, la estructura donde la Virgen Marí fue inhumada una vez muerta, por los discípulos.
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