Habiendo resucitado Jesús muy temprano, el primer día de la semana, se apareció AQUÍ a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.
Oremos.
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, AQUÍ confío a María Magdalena la misión de anunciar a los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino de los cielos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
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