Reliquias de clase I:
Objetos directamente asociados con eventos de la vida de Cristo (la Santa Cruz, la Gruta de la Natividad, la Santa Cuna, etc.)
Reliquias de clase II:
Objetos que vestía el santo (túnica, guantes, etc.). También se incluyen los objetos que el santo utilizó habitualmente en vida como un crucifijo, libros, estolas, etc.
Reliquias de clase III:
Cualquier objeto que haya entrado en contacto con las reliquias de clase I, es decir de Cristo, (Sábana Santa, piedra del Santo Sepulcro, etc.) y las reliquias denominadas ‘ex linteis’ (piezas de tela que han estado en contacto directo con el cuerpo de un santo).
Reliquias de clase IV :
Estas suelen consistir en piezas de tela u objetos religiosos (medallas, rosarios) que entraron en contacto directo con algún objeto del santo. Por ejemplo: un pañuelo que se ha pasado por la gruta donde se apareció san Miguel Arcángel.
Otras reliquias:
Luego existen otras reliquias que, aunque no estén directamente vinculadas a un santo ni hayan entrado en contacto con un cuerpo santo, representan un objeto de veneración. Por ejemplo: los olivos del Getsemaní.
https://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2017/12/16/0905/01939.pdf
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