El 19 de noviembre de 1921 llegaron a Madeira el derrocado emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría y su esposa la emperatriz Zita, la isla portuguesa fue su exilio final para evitar un tercer intento de restauración, vivieron primero en Funchal en la Villa Vittoria, junto al Hotel Reid, pero tras el robo de sus joyas no tuvieron suficientes recursos para pagar el alquiler, a su auxilió la familia Rocha Machado, de tradición monárquica, les cedió gratuitamente la Quinta do Monte a la que posteriormente se trasladaron.Sus hijos se les unieron hasta el 2 de febrero de 1922. La familia acudió a visitar algunas veces el santuario de Nuestra Señora de Monte, ubicado a unos metros de su nueva residencia, donde según la tradición se apareció la virgen María, rápidamente la familia imperial se ganó el cariño y el respeto de los habitantes de la isla que acudieron a su ayuda. Las condiciones climatológicas en Monte durante el invierno y la precaria situación de la quinta que carecía de muebles y cristales en las ventanas, que mientras tanto estaban cubiertas con periódicos, provocó que el 9 de marzo de 1922 el emperador sufriera un resfriado, pronto las fiebres y el resfriado progresaron en bronquitis, no fue hasta el 21 de marzo que lo atendió un médico que diagnosticó una bronquitis que evolucionó a neumonía grave. Los médicos de Funchal, alquilaron una habitación en Monte para estar a disposición del emperador, a pesar de los esfuerzos el estado del emperador empeoró y perdió el conocimiento el 27 de marzo de 1922, sufrió dos infartos y murió de insuficiencia respiratoria el 1 de abril a las 11:30 de la mañana a los 34 años, a su lado estaba su esposa la emperatriz Zita, que estaba embarazada de su octavo hijo la archiduquesa Isabel, y acompañando a su madre el príncipe heredero, el archiduque Otón de nueve años, el emperador permaneció consciente casi hasta sus últimos momentos, sus últimas palabras fueron dedicadas a su esposa "Te amo mucho", la emperatriz nunca volvió a casarse, vistió de luto el resto de su vida en memoria de su esposo y actualmente se encuentra en proceso de canonización.
Esa misma noche tuvo lugar el embalsamamiento y la elaboración de la máscara mortuoria. En señal de duelo todos los comercios de Funchal cerraron al enterarse de la muerte del emperador. El funeral se realizó en el Santuario de Nuestra Señora de Monte el 4 de abril de 1922, fue presidido por António Manuel Pereira Ribeiro, obispo de Funchal, cerca de 30.000 personas de toda la isla asistieron a la ceremonia. Por voluntad del emperador sus restos se depositaron en el Santuario de Nuestra Señora de Monte en Funchal y su corazón fue llevado a la abadía de Muri, Suiza, lugar de origen de la que fue la dinastía más poderosa del mundo. La Quinta do Monte se convirtió eventualmente en museo pero fue destruida por un incendio forestal en 2016 y reconstruida parcialmente, actualmente se conoce como Jardines del emperador. El 3 de octubre de 2004 el papa Juan Pablo II lo beatificó en la plaza de San Pedro, su festividad es el aniversario de su boda, el 21 de octubre, el santuario de Nuestra Señora de Monte le dedicó una capilla donde descansan sus reliquias.
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