A la mañana siguiente todo el edificio se había reducido a escombros, pero de entre las ruinas emergió intacto el crucifijo del altar mayor, al pie del cual aún arde una pequeña lampara de aceite.
Esta imagen tocó profundamente el corazón de los fieles, moviendo a algunos de ellos a reunirse todos los viernes por la noche para rezar.
El 8 de octubre de 1519 el Papa León X ordenó la reconstrucción de la iglesia.
La Peste negra en Roma
Tres años después del incendio, Roma fue golpeada por la Peste negra.
El pueblo llevó el crucifijo en procesión, logrando superar incluso las prohibiciones de las autoridades, preocupadas por la propagación del contagio.
El crucifijo fue sacado y conducido a través de las calles de Roma hasta la Basílica de San Pedro. La procesión duro 16 días y a medida que avanzaba, la peste daba señales de regresión, por lo que cada distrito trató de mantener el crucifijo el mayor tiempo posible. Al final, al volver a la Iglesia, la plaga había cesado por completo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario