La iglesia, terminada en 1652, es obra de Mateo López y González de Araújo y se abre a la plaza que lleva el nombre del monasterio, que baja cara a ella.
La planta de la iglesia tiene una sola nave longitudinal, cubierta con una bóveda de cañón con falsos casetones. A la nave se abren seis capillas laterales que se comunican entre sí y tienen el mismo tipo de bóveda que la nave. El crucero se ilumina por medio de una cúpula en media naranja. La sillería del coro, barroca, es obra de Mateo de Prado y los tres retablos del altar mayor, junto con el de la Capilla del Socorro del mismo templo, son obra de Fernando de Casas y Novoa, que crea aquí uno de los conjuntos más exquisitos del Barroco a nivel nacional e internacional.
Actualmente, este edificio tiene una parte habilitada como museo de arte religioso, al que se accede por la puerta de la iglesia de San Martín, y que se distingue como uno de los mejores de la comunidad. Se pueden visitar, además del propio templo, la statio (antesacristía), la sacristía, la antigua imprenta, la botica, la capilla de las reliquias (theca) o el coro renacentista de la catedral de Santiago de Compostela, así como diversas colecciones de orfebrería, marfiles o vestimentas litúrgicas.
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