El Monasterio de Santa María del Valle fue mandado erigir por el primer Señor de Feria, Gómez y Suarez de Figueroa, en el año 1428, como panteón del linaje de los Suárez de Figueroa, bajo la advocación de la Virgen del Valle, patrona de la ciudad de Écija de donde procedía Lorenzo Suárez de Figueroa, XXXII Maestre de la Orden de Santiago y padre del fundador. Se puebla con monjas clarisas procedentes de Tordesillas y las dos primeras abadesas serán dos de sus hijas. Fundado en la Segunda Regla de las clarisas.
La Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara en Zafra inicia su andadura en el año 1431. Desde entonces se ha mantenido con su carisma inicial a través de los siglos, actualmente a través de una Comunidad intercontinental, multicultural y fraterna. Desde 1969, por decisión de la comunidad, se han incorporado a los mandatos de la Primera Regla, la regla original de santa Clara.
Que unidas en el mismo amor y el mismo ideal de sus fundadores buscan con su oración ser “sostenedoras de los miembros vacilantes del Cuerpo de Cristo” y así se puedan cumplir las razones principales que motivaron esta fundación, según consta en las letras de la Donación de dotes de sus Fundadores: “Servir a Dios y guardar la Fe, cantar y celebrar los Divinos Oficios, ser buen ejemplo para los que las oyeran y vieran y rogar por la salvación y redención de las almas a ellas encomendadas”.
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