El "Raoul Wallenberg" Emlékpark (parque memorial), en el patio trasero, contiene el Memorial a los mártires judíos húngaros —al menos 400 000 judíos húngaros fueron asesinados por los nazis. Construido por Imre Varga, se asemeja a un sauce llorón cuyas hojas llevan inscripciones con los nombres de las víctimas. Hay además un memorial dedicado a Wallenberg y otros Justos entre las Naciones, entre ellos: el vice-cónsul suizo Carl Lutz; Giorgio Perlasca, un italiano que se hizo pasar por cónsul español, y continuando la obra de Ángel Sanz Briz, entregó pasaportes españoles a los judíos, haciéndolos pasar por sefardíes, aunque su origen fuera de otro tipo, consiguió salvar a 5000 judíos de Budapest; monseñor Angelo Rotta, un obispo italiano y nuncio apostólico de la Santa Sede en Budapest, que emitió documentos que alegaban que estaban bautizados para así salvarles de los trabajos forzados, así como pasaportes vaticanos junto con su secretario, monseñor Gennaro Verolino, durante la Segunda Guerra Mundial, misiones que consiguieron salvar a más de 15 000 judíos húngaros.
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