La fortaleza de San Pedro y San Pablo es el auténtico núcleo antiguo de la ciudad. Fue la primera edificación que mandó construir Pedro el Grande sobre una pequeña isla pantanosa situada entre el Gran Neva y el canal de Kronverk. La fortaleza (que ahora se considera la fortificación militar del siglo XVIII mejor conservada de Europa) fue proyectada como defensa de la salida al Báltico. Cuando ya perdió su importancia militar, se convirtió en cárcel, en la que fueron encerrados varios conspiradores políticos, como los decembristas, el hermano mayor de Lenin Alejandro Ulyanov que había atentado contra la vida del zar Alejandro III, el escritor Máximo Gorky, los ministros del gobierno provisional burgués.
En la fortaleza se encuentra la Catedral de San Pedro y San Pablo, la más antigua de la ciudad. Sus majestuosas columnas, las arañas de cristal y la decoración pintada, en combinación con el iconostasio tallado y sobredorado crea un escenario magnífico que acoge las tumbas de los zares rusos de la dinastía de los Romanov. En 1998 en la catedral fueron enterrados el último zar ruso Nicolás II con su familia, todos fusilados en Ekaterinburgo el mismo día del año 1918. En las antigua Casa del Comandante de la fortaleza se encuentra una interesantísima exposición dedicada a la historia de San Petersburgo. Para el 300 aniversario de la ciudad esta exposición fue completada con los programas multimedia, zonas interactivas, proyección de documentales y acompañamiento sonoro.
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