San Pedro aguarda tesoros pertenecientes a diferentes épocas. De finales del siglo XV son las seis tablas del antiguo altar gótico, obra de Jan Polack, que se conservan en las paredes del presbiterio.
También de la época es la figura de San Pedro, una obra maestra de Erasmo Grasser que protagoniza el altar mayor. De hecho, se trata de una talla gótica tardía de tal calidad que fue incorporada al altar barroco (1730) por parte del maestro Egid Quirin Asam. A este responde la autoría de las cuatro esculturas que flanquean a San Pedro, en representación de cuatro padres de la iglesia: Ambrosio y Agustín (latinos), Atanasio y Juan Crisóstomo (griegos).
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