La fachada, de forma convexa, se terminó en 1664. El diseño de Cortona responde a la más libre de las tres tipologías barrocas: la de movimiento. Es un movimiento curvo, convexo tanto arriba como abajo. Se divide en dos cuerpos (superior e inferior) de igual anchura. Cortona transforma la fachada apaisada y estática de Miguel Ángel en San Lorenzo en una forma barroca y viva. Destaca el fuerte empuje vertical dado por la ausencia del frontón que se proyectó en origen, lo que permite ver la cúpula desde el suelo; con esto se crea una direccionalidad hacia arriba muy fuerte. Es una fachada de gran plasticidad sólida, parece que sea deformable, que se mueva, está llena de salientes y entrantes, creando un gracioso juego de claroscuros. Los laterales rectos parecen oprimir al centro, que se abomba, creando el movimiento convexo. La fachada se integra en el espacio urbanístico que la rodea, y se destaca el eje central de la puerta. Todo ello dentro de la línea novedosa del barroco de Cortona.
La suave curvatura de la fachada está contenida por una doble serie de pilastras pareadas.2 Las columnas de la planta baja están metidas contra el muro, más que proyectadas hacia afuera como una entidad espacial como el pórtico de entrada en Santa Maria della Pace. Se permite que otros elementos, como los frontones y las molduras, se proyectan entre las columnas para crear tensiones espaciales que recuerdan al manierismo florentino.
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