Primera catedral de San Petersburgo erigida por Pedro I junto con la fortaleza de San Pedro y San Pablo. El emperador estaba interesado en contraponerla a Moscú tanto en altura (es más alta que el campanario de Iván el Grande del Kremlin) como en estilo (según la tradición arquitectónica europea, y no la bizantina).
La catedral se convirtió en el sepulcro de los emperadores rusos, desde el mismo Pedro I y hasta que cayó la casa de los Romanov. En 1988 se trajeron aquí los restos de la familia de Nicolás II, fusilado en 1918 en Ekaterimburgo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario